Mensaje al Pentathlón Menor

  1. Perteneces al Pentathlón Universitario. Tienes pocos años lo que te da derecho a formar parte del Pentathlón menor.
  2. Cuando cumplas 16 años podrás, si así lo deseas, ser miembro activo del Pentathlón Mayor.
  3. Entonces, tu cuerpo y tu mente estarán más desarrollados; serás robusto; tu voluntad será más fuerte. Sabrás que con tesón, perseverancia y calidad se puede conseguir mucho de lo que se quiere.
  4. Todo lo bueno que seas capaz de alcanzar, tendrás la obligación de procurar y de realizar.
  5. Todo lo verdaderamente bueno se logra con dedicación y esfuerzo. Nada de lo que realmente vale se obtiene gratuitamente ni se recibe como dádiva. Por tal motivo, lo que más quieras, estimes y anheles, conquístalo y lucha para no perder el bien que alcanzaste.
  6. Tus padres, hermanos, maestros y amigos, estarán orgullosos de ti. De tu conducta. De tu manera de ser y pensar. Todos sabrán que pueden confiar en tu palabra y en tus actos. Sabrán que lo que haces lo haces bien y pronto. Que eres útil, amable y sincero. Que tu palabra será siempre verdadera, Aceptarás que es una deshonra mentir. Sabrás ser respetuoso con los demás y contigo mismo.
  7. Quienes te aman con verdad, se preocupan por ti, trabajan, se esfuerzan, sufren por tu bien. Tales son tus padres y tus maestros. Su deber es ayudarte a que adquieras buenos hábitos; instrucción y que practiques aquellas virtudes que te perfeccionen. Su deber es señalarte y conducirte por el camino de tus obligaciones. Su derecho es mandarte y corregirte. Aceptarás con satisfacción y ánimo grato: sus sanciones, sus consejos y sus órdenes. Serás respetuoso y procurarás que tu comportamiento sea la mejor retribución a sus afanes.
  8. Te alejarás de quienes siembren en ti pesimismo y estúpidas rebeldías; de aquéllos que quebranten tu voluntad o te precipiten al vicio. Sin embargo, evitarás ser tú, precisamente, el mal compañero de los que avanzan con rectitud.
  9. Habrá en tu alma y en tu rostro, sinceridad y alegría, por que serás sano por dentro y por fuera. Tu compañía y tu trato sólo producirán satisfacción. Tu cuerpo y tus pensamientos serán limpios y así también tus palabras, tus ademanes, tus gestos, tus acciones.
  10. Estimarás a las personas porque habrás aprendido a descubrir en ellas sus cualidades más que sus defectos. Aquél que busca y encuentra cosas buenas vive mejor que aquél que sólo descubre la imperfección humana. Los defectos de los demás es conveniente que los conozcas, no para murmurar o escandalizar, sino para que los evites en ti y si puedes, ayudes a corregirse a quien los tenga.
  11. Sabrás ser buen amigo y compañero. No hablarás mal de nadie a sus espaldas, ni de tus amigos ni de tus enemigos.
  12. Si con tu bondad, sinceridad, buen trato y ejemplo logras transformar un enemigo en un amigo, habrás obtenido un triunfo mayor que si lo vencieras con ofensas o con venganza.
  13. La venganza como la envidia las alimenta el odio y el odio sólo engendra destrucción y muerte.
  14. Existes para la vida y aunque tengas que morir, con tu vida o con tu muerte ayudarás a vivir a los demás.
  15. Discutirás lo que sabes, nunca lo que ignores. Ser obcecado, necio o testarudo, cuando sabes que estás equivocado, es vergonzoso. Te mostrarás agradecido con aquél que te saque del error. Pero cuando estés seguro de tener la razón, defiéndela con vigor, con valentía y no te dejes vencer ni por amenazas ni por halagos.
  16. Vivirás como buen deportista. En constante entrenamiento para superarte cada día en lo físico y en lo espiritual. Lucharás para triunfar pero también aprenderás a saber perder. Sin embargo, no te conformarás con siempre perder. Ni te considerarás vencido en definitiva. Lo que hoy no pudiste lo podrás mañana; siendo mejor que tu contrincante. Si pierdes, perderás sin ira y sin desaliento. Si triunfas, será con alegría, sin envanecimiento, sin burla ni menosprecio del vencido. Es decir: aprenderás a saber triunfar.
  17. Tu juego será siempre limpio; sin trampas, pero no te dejarás engañar de los sucios ni de los tramposos.
  18. Ser fuerte, ágil, resistente, sano, será para ti obligación. De la misma manera que ser cortés, educado, decente, y sólo podrás lograrlo si educas tus musculosa, tu mente, tus nervios, tus órganos, en general para disfrutar de completa salud y así más ampliamente de la vida.
  19. Serás fuerte, ágil, resistente y valiente, por que así es más fácil vencer que ser vencido. Porque así podrás proteger al débil contra los abusos de los fuertes.
  20. La cobardía anida en el vicio; en la holganza. La cobardía es hipócrita y simuladora. Nos aconseja eludir compromisos y no aceptar las empresas que distinguen a los esforzados y a los buenos. Por ello, sabrás que la hombría verdadera no se encuentra en la depravación ni en la irresponsabilidad.
  21. Si eres fuerte, será más fácil que te respeten. Si te respetan vivirás mejor que si te humillas.
  22. Si sientes miedo ante el peligro no por eso te consideres cobarde, sólo los inconscientes o los anormales no lo tienen. No por ser mejores sino por defectuosos.
  23. El miedo es útil y frecuentemente necesario cuando se razona el peligro, lo que evita cometer errores o imprudencias que pueden ser fatales.
  24. Lo más valioso que tienes es tu vida. Cuídala y no la expongas a peligros inútiles. De la misma manera evitarás poner en peligro la vida de los demás.
  25. Tienes derecho a ser feliz. Sólo se es feliz cuando se es libre y se siente libre, pero no tanto que esa libertad haga infelices a los demás.
  26. Por ello serás respetuoso de la libertad y de la felicidad de tus semejantes en tanto que no se conviertan en abuso o en amenaza en contra de ti, de los tuyos o de tus derechos.
  27. Aprenderás a mandar si sabes obedecer, Pero en ambos casos será necesario que sepas por qué obedeces y qué es lo que mandas.
  28. Cumplirás con tus obligaciones y así te sentirás más fuerte, seguro y capaz de exigir tus derechos.
  29. Tienes derechos y obligaciones en tu casa, Para los que amas y te aman. En la escuela. Para tu pueblo. En fin para quienes viven en tu compañía, y más aún, para tu país y la humanidad.
  30. Todos los pueblos del mundo como el tuyo son buenos. No hay pueblos malos y pueblos buenos. Todos los pueblos son buenos. Si así lo aceptas y lo crees, no te costará trabajo querer a tu pueblo y también a los otros pueblos de la tierra. esto es fraternidad. Amor de hermanos.
  31. Todos los pueblos han querido y quieren ser felices como tú quieres que tu pueblo lo sea. Pero sabrás que esto no se logrará mientras unos tengan todo y otros muchos estén desprovistos de lo más indispensable. Mientras unos sean opulentos y otros miserables.
  32. Si trabajas para aumentar el bienestar de tu pueblo, de tu casa, de tus hermanos, principiando por hacer de ti un ser más valioso cada día en cierta forma estarás cooperando para el bien de todos.
  33. Los bienes y favores que recibas te obligarán a devolver otro tanto y más conforme lo puedas hacer.
  34. Cuando el bienestar, el saber y el comportamiento de los hombres aumente, entonces será más fácil que tú prosperes, por que formas parte de un todo que se llama humanidad.
  35. Trabajarás y lucharás por que a nadie le falte el pan, y en esto encontrarás alegría.
  36. Aprenderás que es más importante dar que recibir. Servir que ser servido. Sólo da el que tiene. Sólo sirve el que puede. El que tiene y puede vale más y es más libre que aquel que depende de los otros más que de sí mismo. Por ello sabrás valer por ti, por tus méritos propios, por tus propias fuerzas.
  37. El dinero que ganes con tu trabajo es bueno y te llenara de satisfacción, y por tal motivo considerarás un bien material necesario pues representa tu esfuerzo, la perseverancia, la eficacia que te dará seguridad y será el medio para conseguir alimento, vivienda, vestido, salud y todo aquello que hace agradable la existencia. No derrocharás esa fuente de energía en cosas inútiles y perjudiciales. No gastarás más de lo que seas capaz de ganar.
  38. El dinero que proviene del trabajo de los demás, de sus limitaciones o de sus sufrimientos representa abuso, injusticia, inequidad para aquél que lo obtiene sin esfuerzo, por engaño, por presión; esto es lo mismo o peor que lo que hace un ladrón, el asaltante, pues cuando menos éste expone su vida; y aquel lo hace a costa de su vida, de la libertad, de la salud y de la miseria de su prójimo.
  39. En la naturaleza hay orden, equilibrio, leyes que se cumplen. La sociedad humana en su evolución requiere también de orden, disciplina y leyes que aseguren su mejoramiento. Tu posición dentro de ella te obliga a cooperar, a dar tu aportación en ideas, en trabajo y en entusiasmo para que esa sociedad sea mejor; más justa; más sabia; más bella; más rica.
  40. Tú vales mucho individualmente, dentro de ti está el futuro; como tú otros niños y jóvenes constituyen la misma promesa, la misma esperanza. Por eso si todos juntan esos futuros particulares, esas esperanzas de cada uno, se fundirá en un gran futuro y en una gran esperanza la patria de todos.

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